Simular una vida tranquila repartiendo cartas y paquetes en un pequeño pueblo frente al lago: Una reseña de Lake



Título: Lake

Publisher: Gamious

Año de lanzamiento: 2021


La premisa de Lake es sencilla, pero a pesar de su simpleza, evita ser tediosa o irrelevante. Nuestra protagonista es una desarrolladora de software que regresa luego de 22 años a su pueblo natal para suplir a su padre como repartidora de paquetes y cartas mientras él se encuentra en un crucero con su madre. En los primeros 2 minutos de gameplay se puede percibir lo que se espera en términos de jugabilidad, entregando cartas en los buzones y paquetes en las puertas. El juego se divide en días, y cada uno trae una cantidad de cartas y paquetes por entregar antes de poder regresar a casa para descansar. 

El objetivo del juego es relajarte y que te lo tomes con calma, no hay contadores, objetivos temporales, ni puntuaciones finales. Solamente hay una ciudad entera que recorrer y unos encargos que entregar, a tu ritmo. Esto me abre una puerta para hablar sobre uno de los aspectos que más me llamó la atención: el mundo abierto. Lake no te miente, el tutorial te enseña a manejar y a bajarte del vehículo para las entregas tras llegar a la localización. También existe la función de interactuar con los habitantes, algo que profundizaré mas adelante. La ciudad es artísticamente placentera y sus alrededores están muy bien diseñados, logra vender la ilusión de ser una ciudad de clase media estadounidense en una zona rural. Lo que noté casi de inmediato fue lo vacío y solitario que te sientes mientras manejas por la ciudad. Para la cantidad de casas y calles que llenan los escenarios hay una cantidad ridículamente baja de peatones y ciudadanos haciendo su vida diaria en los alrededores. 

Hay muchas casas con decoraciones en los jardines como parrillas, casas de árbol y zonas para acampar ...pero, el juego se siente vacío. Las tiendas siempre están vacías y las avenidas principales, aunque más transcurridas que las demás, no dejan de dar una mala sensación.  Es un terreno complicado y entiendo que definitivamente no es trabajo fácil el dar comportamientos a varios NPC’s y que el resultado final sea notable. No culpo a los desarrolladores, y no es algo que arruine la experiencia, pero lo tenía que sacar de mis adentros. 8Gb de RAM, una gtx 1050ti y un procesador Ryzen 5 son los componentes principales de la computadora en la que probé Lake. La experiencia fue fluida y placentera con los gráficos al máximo. No es precisamente un título que consuma mucho por parte de tu ordenador, pero está bien poder disfrutar el producto en su máximo esplendor con una computadora relativamente básica. Ahora el segundo aspecto y probablemente el más importante: los personajes. 

A lo largo y ancho de la ciudad nos encontraremos con aproximadamente 5 personas de gran importancia, lo cual es aparente ya que son las únicas que interactúan con uno al entregar paquetes en su hogar. Un leñador amable, una encargada de una tienda de VHS’s, la clásica señora de los gatos, una amiga de la infancia con resentimientos, una mesera viuda en la cafetería  y un cartero con problemas de apuestas. Todos los personajes se sienten como personas reales y comparten la misma cualidad que su entorno: calidez. Cada uno tiene pequeñas subtramas, algunas que permiten solamente a conocerlos superficialmente, y otras más profundas que forman relaciones más serias. Al igual que nuestra protagonista, cuando termina el juego tenemos un pequeño sentimiento de pertenencia y nos parece que ya formamos parte de la rutina de ese pequeño pueblo frente al lago. Si no has tenido la oportunidad y buscas un juego para un par de tardes que sea relajante pero entretenido, Lake es una opción ideal para ti  

Escrito por: Juan-Fer Menéndez 

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