Disney desata la polémica con el uso de Deepfake en sus películas: ¿Hasta dónde llegará la tecnología?

 


Los deepfakes se han convertido en un popular tema de debate en los últimos años. Estos vídeos manipulados utilizan la inteligencia artificial y machine learning para crear vídeos ultrarrealistas que pueden ser difíciles de distinguir de las imágenes auténticas. Un ejemplo notable del uso de deepfakes en la industria cinematográfica procede de Disney, que recientemente utilizó la tecnología para intercambiar las caras de los actores de una película y crear una nueva escena sin necesidad de costosos rodajes. Sin embargo, los usos potenciales de los deepfakes en el cine van más allá del mero ahorro de tiempo y dinero. También podrían utilizarse para otras muchas aplicaciones, como restaurar películas antiguas, crear escenas completamente nuevas o incluso devolver la vida en pantalla a actores fallecidos. A medida de que la tecnología de los deepfakes siga evolucionando, será interesante ver cómo la industria cinematográfica los utiliza para mejorar el arte de contar historias en la pantalla.

Disney utiliza tecnología deepfake para resucitar y rejuvenecer a actores en el cine.

La tecnología deepfake de Disney, según informan varias fuentes, permite intercambiar las caras de dos personas en un vídeo manteniendo las expresiones faciales del objetivo. Para crear deepfakes, los investigadores de Disney parten de una grabación de una persona que exhibe algún comportamiento deseado, como hablar, y realizan la alineación facial detectando puntos de referencia faciales. Según el equipo de investigación de Disney, la tecnología puede producir vídeos con una resolución de 1024 x 1024, que es más realista y ofrece un mejor aspecto en pantallas más grandes. Aunque el modelo deepfake puede intercambiar caras, tiene menos éxito con los ángulos y la iluminación difíciles.

Al parecer, Disney está utilizando la tecnología deepfake en el cine para resucitar a actores muertos y hacer que parezcan más jóvenes o más viejos. En las secuencias de acción, los deepfakes también pueden utilizarse para sustituir la cara de un doble por la del actor real. Según Screenrant y The Verge, Disney ha utilizado deepfakes y tecnología de reconocimiento facial para resucitar y revivir a actores muertos en sus películas.

Aunque no hay una lista exhaustiva de películas que han utilizado la tecnología deepfake de Disney, algunos de los ejemplos reportados incluyen Rogue One: Una historia de Star Wars, El Rey León y Los Vengadores: Endgame, es importante señalar que algunos de estos informes pueden ser especulativos y que Disney no ha publicado una lista oficial de películas que han utilizado la tecnología deepfake.



El creciente uso de deepfakes en la industria cinematográfica: ventajas y preocupaciones.

Los deepfakes han ido ganando popularidad en la industria cinematográfica por diversos motivos, como la posibilidad ya mencionada de resucitar a actores fallecidos, hacer que los actores parezcan más jóvenes o más viejos y sustituir la cara de un doble por la del actor real.

Un ejemplo de esta tecnología es "Deep Nostalgia" de MyHeritage, que permite a los usuarios subir fotografías antiguas de familiares fallecidos y el sistema mejora automáticamente la imagen antes de aplicar una animación deepfake para dar vida a la foto. Del mismo modo, Disney ha dado a conocer su tecnología más reciente, que utiliza deepfakes y reconocimiento facial para resucitar y revivir a actores muertos para que los fans vuelvan a ver sus acrobacias.

Hollywood ha estado trabajando con expertos en inteligencia artificial para eliminar la edad de los actores, resucitar a actores muertos y falsificar actores para recrear una escena y una secuencia. Por ejemplo, la adaptación cinematográfica de la novela Finding Jack utilizó tecnología de IA para interpretar al actor James Dean, trágicamente fallecido en 1955.

El uso de deepfakes en el cine plantea algunos problemas éticos potenciales. Uno de ellos es la posibilidad de que los deepfakes se utilicen para el robo de identidad, ya que actores malintencionados pueden utilizarlos para suplantar la identidad de alguien y beneficiarse económicamente. En respuesta a estas preocupaciones, algunos estados han ilegalizado determinadas deepfakes y han establecido derechos de propiedad post mortem sobre las réplicas digitales de los actores para evitar las deepfakes no consentidas.

Otro motivo de preocupación es la posibilidad de que los deepfakes ocupen puestos de trabajo en la industria cinematográfica, ya que los cineastas optan por utilizar deepfakes para crear nuevos actores a partir de 20 caras diferentes en lugar de pagar a actores reales. Además, la creación de deepfakes requiere una cantidad significativa de datos y recursos, lo que puede perpetuar las desigualdades y limitar el acceso a esta tecnología a determinados grupos.


Los deepfakes: sus posibles usos positivos en el cine, la criminalística y la expresión artística, y sus riesgos de uso malicioso

Los deepfakes, han sido objeto de polémica por su potencial para difundir desinformación y manipular la opinión pública. Sin embargo, también hay casos de uso positivo de esta tecnología, sobre todo en el ámbito del cine. He aquí algunos ejemplos de cómo los deepfakes pueden utilizarse con fines positivos en la producción cinematográfica, la criminalística forense y la expresión artística:

  1. Producción cinematográfica: Los deepfakes pueden utilizarse para crear efectos especiales realistas en películas. Por ejemplo, la tecnología deepfake puede utilizarse para mezclar a la perfección actores reales con imágenes generadas por ordenador (CGI) para producir efectos visuales más envolventes y convincentes. También puede utilizarse para modificar las expresiones faciales u otros rasgos físicos de los actores en postproducción, lo que ahorra tiempo y dinero en comparación con los rodajes tradicionales.

  2. Criminalística: Los deepfakes también pueden utilizarse en la criminalística para identificar a sospechosos. Por ejemplo, los investigadores pueden utilizar la tecnología deepfake para crear simulaciones realistas del aspecto que podría tener un sospechoso basándose en las descripciones de los testigos. Esto puede ayudar a las fuerzas del orden a identificar y localizar sospechosos de forma más eficiente y precisa.

  3. Expresión artística: Los deepfakes también pueden utilizarse como herramienta de expresión artística. Por ejemplo, los artistas pueden utilizar la tecnología deepfake para crear obras multimedia que exploren temas de identidad, autenticidad y realidad. Algunos artistas ya han empezado a experimentar con deepfakes en sus obras, creando vídeos musicales y otras piezas multimedia que mezclan elementos reales y falsos de forma creativa y sugerente.

Es importante señalar que los deepfakes aún no son perfectos y presentan algunos defectos reveladores, como frecuencias de parpadeo extrañas, incoherencias en rasgos como el pelo o las cejas, textura de la piel poco realista, desajustes entre la voz y el rostro y efectos de iluminación que infringen las leyes de la física. Además, como ocurre con cualquier nueva tecnología, también existe el riesgo de que los deepfakes se utilicen de forma malintencionada. No obstante, si se utilizan adecuadamente, pueden revolucionar la forma en que se hacen las películas, se llevan a cabo las investigaciones criminales y se expresan los artistas.

Los deepfakes, no obstante, tienen un potencial de uso indebido cada vez mayor y plantean graves riesgos si se utilizan de forma malintencionada. Estos son algunos de los peligros potenciales de los deepfakes si se utilizan maliciosamente:

  1. Difamación: Los deepfakes pueden utilizarse para crear vídeos falsos de personas y hacer que hagan o digan cosas que nunca hicieron o dijeron. Estos vídeos pueden utilizarse para dañar la reputación del individuo o para difundir información falsa sobre él.

  2. Chantaje: Los deepfakes pueden utilizarse para crear vídeos de personas en situaciones comprometidas y utilizarlos después para chantajearlas a cambio de dinero o para que realicen determinadas tareas. El hecho de que los deepfakes puedan ser muy realistas e indetectables para los ojos humanos hace que este tipo de chantaje sea muy preocupante.

  3. Phishing: Los deepfakes también pueden utilizarse para crear vídeos de personas, como directores ejecutivos o altos cargos, y utilizarlos después para realizar ataques de phishing. Por ejemplo, un vídeo deepfake de un CEO pidiendo información sensible a un empleado podría utilizarse para extraer información confidencial de la organización.

En general, las posibilidades de que los deepfakes se utilicen con fines negativos en el cine y otros ámbitos son cada vez mayores y es importante que las personas y las organizaciones sean conscientes de los riesgos y tomen las medidas adecuadas para mitigarlos. Fomentar la comunicación abierta y consultar con colegas y otras personas sobre cualquier cosa sospechosa puede ser una forma de combatir el uso poco ético de los deepfakes.  Otra posible solución es desarrollar tecnologías que puedan detectar y evitar la difusión de deepfakes.

Panorama jurídico

El panorama jurídico y político relacionado con las falsificaciones profundas sigue evolucionando, y no hay consenso sobre cómo abordar esta cuestión. Según un documento del bufete de abogados global Hogan Lovells, Europa no ha abordado directamente el panorama jurídico de los deepfakes y actualmente no existen leyes europeas ni leyes nacionales en el Reino Unido, Francia o Alemania dedicadas específicamente a abordarlos. En Estados Unidos, el presidente Trump firmó la primera ley federal relacionada con los deepfakes el 20 de diciembre de 2019, pero no está claro cuán efectiva será esta ley en la práctica.

Algunos expertos sostienen que los deepfakes plantean una nueva frontera potencial de la guerra de desinformación que requiere medidas políticas. Los deepfakes pueden utilizarse de formas muy perturbadoras, como la manipulación de vídeos de candidatos políticos para perjudicar sus posibilidades en las elecciones.

Sin embargo, las leyes destinadas a regular o prohibir los deepfakes en el contexto del discurso político pueden ir en contra de los derechos individuales de las personas. Por lo tanto, es importante encontrar un equilibrio entre la protección de las personas frente a los daños y la preservación de los derechos de libertad de expresión.

Para responder eficazmente a los deepfakes, los expertos han sugerido varias medidas, como aumentar la concientización pública sobre el problema, mejorar la alfabetización mediática e invertir en tecnología para detectar y prevenir los deepfakes. Además, los gobiernos pueden regular el uso de estos para garantizar el cumplimiento del derecho de los conflictos armados y proteger a los civiles. Algunos expertos también han sugerido crear una responsabilidad civil por la creación y distribución de deepfakes.

En conclusión, las respuestas jurídicas y políticas a los deepfakes están aún en fase de desarrollo. Aunque algunos gobiernos han dado los primeros pasos para abordar esta cuestión, aún queda mucho por hacer para atajar eficazmente los daños causados por los deepfakes. El reto consiste en encontrar un equilibrio entre la protección de las personas frente a los daños y la preservación de los derechos de libertad de expresión. Aumentar la concientiziación pública, invertir en tecnología para detectar y prevenir los deepfakes y regular su uso son algunas de las medidas que se sugieren para abordar este problema.


Conclusión

En general, el futuro de las deepfakes en la industria cinematográfica sigue siendo incierto, con posibles ventajas e inconvenientes. Aunque la tecnología puede revolucionar el cine, también plantea dilemas éticos y morales que deben abordarse. Como ocurre con cualquier tecnología, en última instancia corresponde a quienes la utilizan asegurarse de que se hace de forma responsable y ética.

Escrito por: Juan-Fer Menéndez 
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